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Arquitectura sustentable fácil

El concepto de arquitectura sustentable implica el uso racional y eficiente de los recursos naturales en las obras arquitectónicas para reducir el impacto ambiental, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y usuarios. Muchas personas creen que éste objetivo sólo se puede lograr con sistemas de muy alto costo, tales como generadores independientes de energía o sistemas para reprocesamiento de desechos; cuando la verdad es que hay muchas otras prácticas que incluso sin costo adicional pueden ayudarnos a diseñar, construir y mantener edificaciones más amigables con el medio ambiente.

Obras del Arq. Mario Schjetnan, uno de los principales exponentes del diseño ecológico y sustentable dentro de la arquitectura mexicana
Obras del Arq. Mario Schjetnan, uno de los principales exponentes del diseño ecológico y sustentable dentro de la arquitectura mexicana

Uso sustentable de los materiales

La elección de los materiales y sistemas constructivos es un punto crucial en el logro de edificaciones más sustentables, ya que su producción, transporte y procesamiento; constituyen un gran porcentaje de la huella ecológica de una edificación, es decir, del gasto de recursos naturales y de la contaminación e impacto ambiental que ésta producirá a lo largo de su vida. Algunos criterios importantes para que los materiales nos ayuden a que una edificación sea más sustentable son:

  • Dar preferencia a los materiales que se producen más cerca del lugar de la obra sobre los que se producen más lejos; además de reducir el costo y tiempo necesarios para su traslado, emplear materiales más fáciles de obtener cerca de la obra reduce enormemente el gasto de energía y combustibles fósiles necesarios para su transporte, reduciendo la contaminación ambiental y ahorrando energía y combustibles que resultarán útiles para otras aplicaciones.
  • Aprovechar el acabado y apariencia natural de los materiales; lo cual no solamente reduce costos y tiempo de construcción, sino que evita el uso de otros productos para darle acabado, sobre todo pinturas con solventes, que son particularmente perjudiciales para el medio ambiente.
  • Preferir los materiales reciclados y reciclables; existen muchos productos que en su elaboración reaprovechan desperdicios y que además suelen tener un precio menor que los elaborados totalmente con materias primas nuevas.
  • Emplear los recursos naturales con responsabilidad, sobre todo el agua, evitando su desperdicio y contaminación durante la obra.

Diseño amigable con el medio ambiente

Los procesos de diseño arquitectónico, al ser los responsables de la forma definitiva de una edificación; serán de ayuda para reducir al mínimo el impacto ambiental, siendo éstas algunas consideraciones ambientales:

  • Diseñar en base a la topografía existente, evitando hacer grandes cortes de terreno, ya que además de reducir costos en terracerías, acarreos y material de relleno; se evita el deterioro del paisaje.
  • Distribuir los espacios arquitectónicos de acuerdo al asoleamiento y los vientos dominantes; lo que ayudará a mejorar el clima del interior, reduciendo gastos en climatización e iluminación artificial.
  • Diseñar lo más cerca posible entre sí a todos los espacios arquitectónicos que consuman agua, tales como baños, cocinas y lavanderías; ya que esto reduce la cantidad de energía necesaria para mantener la temperatura y presión del agua.
  • Incorporar a los árboles y a la vegetación circundante en el diseño; ya que no solamente contribuyen a embellecer y dar vida al diseño, sino que proporcionan otros beneficios tales como oxígeno y sombra que se traducen en aire más limpio y mejor clima.

Ahorro de agua y energía

Una edificación ya construida, a lo largo de la vida tendrá un impacto ambiental constante, aparte del que ya produjo durante su construcción; ya que consumirá constantemente recursos tales como agua y energía. La clave para aprovechar mejor estos recursos y reducir su desperdicio, se encuentra en las instalaciones, las cuales requieren de un diseño que asegure un funcionamiento óptimo, para lo cual éstos son algunos consejos:

  • Aparte de situar lo más cerca entre sí a todos los espacios arquitectónicos que consuman agua (como se mencionó más arriba), es importante situar éstos espacios lo más cerca posible de las acometidas de agua y drenaje, lo que ahorrará material para las tuberías, evitando recorridos muy largos que le quiten temperatura y presión al agua.
  • Instalar sistemas para la canalización de agua pluvial (de lluvia), evitando que se contamine, ya que ésta puede reaprovecharse para riego e incluso para consumo mismo de la edificación.
  • Diseñar ventanas más grandes y distribuir los espacios arquitectónicos de tal manera que reciban un mayor asoleamiento, evitando que consuman electricidad durante el día para su iluminación.
  • Emplear iluminación basada en leds y tubos fluorescentes de bajo consumo; actualmente el mercado ofrece incluso alternativas que proveen de una luz más cálida, similar a la de los tradicionales focos incandescentes.
  • Si se van a emplear sistemas de climatización, evitar poner ductos al exterior, o en su defecto aislarlos adecuadamente para que el aire no pierda temperatura durante su recorrido.

Conclusión

Éstas prácticas son fáciles de implementar en cualquier edificación nueva o existente y además nos ayudarán a aprovechar mejor otros sistemas o técnicas más elaboradas para ahorrar energía, tales como paneles solares, generadores de viento o sistemas de reaprovechamiento de agua; lo que se traduce no solamente en la reducción de gastos durante la construcción y vida útil de una obra arquitectónica, sino en un medio ambiente más sano y mejor.

Fuentes

  • Arredondo, Celia "Manual de Vivienda Sustentable" Trillas, México, 2013

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